drodriguez 21 septiembre, 2018

Son de Caucete, San Juan. Apenas cuentan con internet en su colegio, pero ganaron un certamen con 7.500 participantes y obtuvieron una beca. «Es un sueño hecho realidad», dijeron.

Los chicos, en la final en el Ministerio de Educación

A 11 kilómetros de Caucete, San Juan, está la única secundaria de la zona. La Escuela Obispo Zapata que, desde el martes, pasa sus días más revolucionados. Es que tres estudiantes de quinto año ganaron la primera maratón de programación y robótica en la que participaron 7.500 escuelas de todo el país.

En la escuela sanjuanina son 189 alumnos. Casi todos pertenecen a familias modestas, que viven de la cosecha del vid en las fincas. La escuela no tiene programación como espacio curricular, apenas cuenta con una mala señal de internet, que se sostiene con el dinero que recauda el kiosco, pero a principios de año recibieron unos kits de robótica y empezaron a interiorizarse. Recibieron un par de capacitaciones, pero casi todo fue autodidacta. Era algo distinto y los apasionó.

«La escuela es el polo de todo. Estamos en una zona netamente rural y las casas de los alumnos están a varios kilómetros, pero se las arreglan para venir. Vienen en un colectivo que pasa dos veces por día, en bicicleta, en moto o incluso caminando. Están lejos de todo y son caminos de tierra. Son chicos muy humildes, muy tímidos, pero muy bien educados», le contó a Infobae Gabriel Ramis, profesor de matemática que acompañó a los chicos a Buenos Aires para la final.

Además de los libros y útiles, los chicos llevan en sus mochilas una muda de ropa. Es que, por la tierra, una vez que llegan a la escuela necesitan cambiarse. «Llegamos todos llenos de tierra por los autos que pasan alrededor», comentó Leandro Olmos, que ya imagina un futuro posible lejos de las fincas y cerca de las computadoras. «Hace un año no tenía ni noción de lo que era programar, pero ahora me dan ganas de seguir estudiando. Es una carrera con mucha salida laboral, sobre todo en la zona céntrica», agregó.

Hasta hace seis años, no existía un secundario completo en Caucete. Solo podían cursar los primeros tres años y después debían marcharse a la ciudad de San Juan para terminarla. Desde que existe la posibilidad, los padres se involucraron de lleno con la escuela. Participan en cuanto evento se organiza y acompañan a sus hijos. Tanto que cuando Adrián, Leandro y Francisco partieron hacia Buenos Aires fueron todos a despedirlos al aeropuerto con pancartas y banderas. A saludarlos antes de su primer viaje en avión.

«Fue una experiencia increíble. Ninguno de nosotros había viajado en avión.Nuestras familias nos acompañaron todo el tiempo, nos mandaban mensajes para ver cómo estábamos en Buenos Aires. Nosotros al principio no teníamos fe de que íbamos a ganar, pero estábamos muy tranquilos. Con llegar a la final, para nosotros, ya habíamos ganado», dijo Adrián Aciar Jesús, uno de los integrantes de «Programming minds», el equipo ganador.

Cuando les llegó la propuesta, los chicos no dudaron en anotarse. Lo que sí, había poco tiempo. En una semana lograron desarrollar un videojuego interactivo de recolección de basura, por tiempo y puntos, con una interfaz gráfica que permite el uso de teclado y mouse y presenta distintos escenarios. Ese juego los llevó a competir en la final, que se hizo en el Ministerio de Educación de la Nación.

Una gráfica del juego

En la cita, se les presentó un desafío. «Frente a los jurados, tuvimos que resolver consignas en tres horas. Nos pidieron que agreguemos colisiones y obstáculos a nuestro juego. En dos horas ya lo teníamos listo. Nos quedó un poco de tiempo para preparar la presentación que dimos después», dijo Francisco Ramos, que se encargó de los códigos.

Después de esas tres horas, el jurado dio a conocer a los ganadores. Hubo un ganador en primaria, un ganador en el ciclo básico de la secundaria  y un ganador en el ciclo orientado, donde se impusieron los chicos de la Escuela Obispo Zapata.

Las horas posteriores los sacó de su rutina. Tuvieron un encuentro con el Mauricio Macri y el ministro Alejandro Finocchiaro. Les mostraron su videojuego y el presidente «quedó encantado». Ya de regreso en San Juan, conocieron al ministro de educación provincial, Felipe De los Ríos, que les dio un equipo de robótica para ellos y una impresora láser para la escuela.

La competencia, además, incluye un premio mayor. El 30 de septiembre, los chicos harán su segundo viaje en avión, pero esta vez irán a Estados Unidos. Durante una semana, recibirán capacitación de avanzada en programación en la Universidad de California. «Es un sueño hecho realidad. Imaginamos otro mundo, un país muy poderoso y tecnológico», dicen y dejan de lado, por un momento, su timidez habitual.

 

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