drodriguez 29 octubre, 2013

Inquietudes, motivaciones y expectativas de los menores de 18 años que buscan formar parte de la industria tecnológica nacional de los próximos años.

De izquierda a derecha, Guido Arnone, Agustín Lanús ,Teo Kohan y Martín Polakiewicz, los jóvenes sub 17 de la escuela técnica ORT, que trabajan en equipo para desarrollar su videojuego Gear Up

Su mayor motivación era crear un videojuego de plataformas, similar al entrañable Sonic de las viejas consolas Sega de la década del 90. Cada uno, dentro de su especialidad, se dedicó a desarrollar los diversos aspectos del título, desde la física de los movimientos del personaje y el entorno, hasta el aspecto gráfico y su correspondiente programación.

Esta rutina de trabajo que enfrentaron Agustín, Guido, Martín y Teo no distaba de cualquier otra historia relacionada con un grupo de jóvenes emprendedores que buscan crear el próximo Angry Birds o algún otro rutilante y adictivo juego como Candy Crush, pero con una diferencia: todos sus integrantes son estudiantes secundarios menores de 17 años.

«Me interesa la física y los movimientos relacionados con los personajes. Llegué a la programación mediante una olimpíadas de informática que pedían programar problemas matemáticos, fue mi primer aproximación que terminó por acercarme a los videojuegos, mi otro gran interés«, cuenta Martín Polakiewicz, de 16 años, uno de los integrantes que desarrolló el videojuego de plataformas Gear Up.

Su compañero Guido Arnone también compartía su afición por los videojuegos, y juntos participaron en las olimpíadas de matemáticas de la ORT. Junto a ellos se sumaron Agustín Lanús y Teo Kohan, el único de 17 años, ambos especializados en el diseño y en el aspecto gráfico del juego.

El videojuego, protagonizado por un personaje mezcla de humano y ocelote, sirvió para plasmar sus inquietudes sobre cómo llevar a cabo su pasión de la mano de una combinación de física, programación y diseño.

«Trabajamos con diversos contenidos curriculares, desde el hardware, software y emprendedorismo, en donde los alumnos deben presentar un proyecto final«, explica Darío Mischener, director de la orientación TIC de la Escuela Técnica ORT Sede Belgrano. «Cada uno puede delinear su propio recorrido, en este caso fomentamos la conformación de equipos con buenos programadores y diseñadores 3D, entre otras fortalezas, entre dos y cuatro integrantes, en donde cada integrante se siente motivado por sus virtudes«, agrega.

A su vez, en la escuela ORT se generan jornadas de presentación, en donde los proyectos comparten un espacio con egresados que vienen a contar sus experiencias en diversas áreas, como ocurrió en la última edición, con la presencia de Alan Kharsansky, ingeniero en sistemas de Satellogic, presente para compartir su trabajo en el nanosatélite Manolito, el sucesor del Capitán Beto.

El personaje de Gear Up, un trabajo que implicó la aplicación de conocimientos de física, programación diseño en un equipo interdisciplinario de los alumnos de la escuela ORT.

«No necesariamente el mejor promedio hace el mejor proyecto, se requieren otras habilidades que no siempre están desarrolladas, y durante estos proyectos cada uno va encontrando su lugar y su fortaleza«, agrega Mischener.

Los semilleros del mundo tecnológico

Los hackatones, competencias y eventos tecnológicos son, a su manera, el lugar ideal en donde las compañías buscan a los futuros programadores y diseñadores para sus compañías. Así fue como Brian Stanley, un joven correntino de 17 años, se acercó por primera vez a Buenos Aires en micro para participar de una hackatón organizada por Facebook.

«Empecé a los 13 años, con la curiosidad de diseñar páginas web. Investigué un poco de HTML y así fueron mis comienzos«, explica Stanley, que de forma reciente participó, casi de casualidad, en la última edición del evento de desarrolladores PHP Conference.

«Como el costo de la entrada estaba fuera de mi presupuesto, me contacté con los organizadores para tener una invitación, y terminé siendo uno de los oradores del encuentro. Así tuve la posibilidad de relacionarme con muchos especialistas y programadores«, agrega este joven, que planea iniciar sus estudios en ingeniería en sistemas el próximo año en Buenos Aires.

«Hoy en día es más fácil iniciarse en el mundo del desarrollo, las comunidades on line son más abiertas«, dice Stanley, que ahora está involucrado en Codeando, un proyecto de desarrollo colaborativo que alcanza las diversas fases de creación de un proyecto de software, desde la programación hasta el proyecto y las diferentes áreas como la comunicación de la iniciativa y el marketing, entre otros aspectos.

Codeando, la plataforma de desarrollo colaborativo cofundada por Brian Stanley

http://vimeo.com/76154775

Compañías como Google y Microsoft también promocionan sus propias jornadas para convocar a los programadores sub 17, en donde promueven el uso de sus plataformas y herramientas que terminan por impulsar diversos emprendimientos.

«Nuestra última jornada, Developer Bus , superó nuestras expectativas al generar nuevos modelos de comunicación con los desarrolladores, con una jornada de tres días«, dijo Nicolás Bortolotti, director para desarrolladores de Google para América latina.

«También tenemos un mecanismo de trabajo virtual, a distancia vía YouTube, en donde buscamos replicar el viejo espíritu emprendedor de garage desde una plataforma on line«, cuenta Bortolotti, y destaca el especial interés que tienen los jóvenes por el uso de la tecnología en proyectos sociales, que buscan resolver problemas de motricidad, dislexia y daltonismo, como ocurrió con la aplicación Color Picker, basado en la tecnología Glass, los anteojos tecnológicos de Google.

En este punto, la última edición de la Imagine Cup, el certamen de Microsoft que convoca a jóvenes de 13 a 18 años para llevar a cabo diversas iniciativas tecnológicas que busca resolver diversas problemáticas sociales, tuvo a Nicolás Zorzini, un joven rosarino de 18 años, como el ganador de la competencia al desarrollo de videojuegos.

«Lo tomé como un pasatiempo, sólo para probar y divertirme. El programa me ayudó a conocer más sobre programación, pero también sobre investigación, y sobre la problemática del agua como recurso natural«, dijo Zorzini, que desarrolló un videojuego que promueve un uso responsable del agua.

«En este proyecto los chicos inician jugando un camino que será de inspiración para el desarrollo de su carrera o su propio emprendimiento«, explica David Delgado, director de Nuevas Tecnologías de Microsoft Argentina y Uruguay. En esta misma línea, en una edición previa los anteriores ganadores del Imagine Cup fueron los integrantes de uSound, el grupo de desarrolladores jujeños que crearon una aplicación para utilizar a los teléfonos inteligentes como una herramienta de asistencia para hipoacúsicos.

La demanda en el mundo IT

«Los chicos se acercan por dos vías, la primera es que generalmente conocen a alguien que está participando del programa y la otra es que mantenemos una relación constante con las instituciones educativas«, explica Matías Cacciagrano, director del programa Empowering Kids de BlackBerry Argentina

«Sus expectativas están en constante movimiento, los adolescentes son sofisticados y cambiantes, la mayoría ve el horizonte laboral como algo lejano, no obstante es muy común escuchar entre sus motivaciones que quieren ser los directores de una empresa tecnológica o de su propio emprendimiento«

«La industria está siendo fuertemente estimulada tanto por ámbitos privados como estatales y claramente esto va a dar frutos en poco tiempo«, explica Cacciagrano sobre los cambios que experimentó el sector IT en los últimos años, con una gran demanda de profesionales. «Sin embargo, nuestro trabajo es más de base, la capacitación que brindamos no está dirigida para que genere recursos en forma inmediata«, explica el director del programa.

Las dificultades que enfrenta la industria local ante la demanda de profesionales graduados es real. A septiembre de 2013, casi tres cuartas partes de los trabajadores del sector poseen formación universitaria, y la mitad vinculada a sistemas. Sin embargo, un 38% de los trabajadores no ha completado sus estudios, y la cifra crece al 47% cuando se trata de profesionales en sistemas, según el reporte semestral del Observatorio Permanente de la Industria del Software y Servicios Informáticos de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos.

Ante la falta de recursos calificados, muchas empresas recurren a estudiantes universitarios, una modalidad que en termina con un impacto fuerte en los tiempos de egreso, al punto de desalentar su graduación en ciertos casos.

Además, según el Ministerio de Educación, la enorme mayoría de los estudiantes abandona la carrera por equivocar su elección, por lo que se ha creado un portal explicativo para los chicos que están evaluando entrar a la Universidad.

«Es muy importante para el crecimiento del sector que los chicos se interesen por seguir estudiando carreras informáticas a fin de aumentar la cantidad de profesionales IT en todos sus perfiles laborales. Desde CESSI trabajamos fuertemente en iniciativas para apalancar la capacitación y disminuir el desgranamiento de estudiantes de carreras TI«, dijo Rubén Minond, miembro de la Comisión de RR.HH. y Educación de CESSI.

«Existen diversas iniciativas en donde los alumnos de las Universidad de La Matanza y en la Arturo Jauretche que tienen la posibilidad de trabajar jornadas de cuatro horas, lo que evita las distancias y pérdidas de tiempo que muchas veces motivan el abandono de la carrera, entre otras cosas» agregó Minond.

 

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