drodriguez 12 noviembre, 2015

Desde tiempos romanos las calzadas han tenido una especial importancia para crear caminos, pero tienen una desventaja: colocar los adoquines uno a uno y a mano es una tarea que lleva tiempo, especialmente si tiene un dibujo complicado. En la última década, la ingeniería ha descubierto una manera de hacerlo mucho más rápido: la RoadPrinter, o ‘impresora de aceras’. Se introduce un cargamento de adoquines en ella y sale una superficie pavimentada.

road-printer

Esta máquina, la RPS6, es capaz de unir losas para crear una calzada como si de una impresora de tratara. La parte frontal, que tiene un contenedor, se rellena de adoquines sueltos mientras los operarios, que están de pie en la propia máquina, los van ensamblando verticalmente, lo que hace que se mantengan unidos de manera más eficiente. Además, los trabajadores pueden colocarlos más rápidamente. Mientras la máquina se desplaza hacia atrás, los ladrillos se colocan en el suelo, ya ordenados y siguiendo el patrón adecuado, gracias a la acción de la gravedad, a través de una rampa curvada.

La máquina puede crear aceras de entre uno y seis metros de ancho. Se conduce de manera autónoma para mantener el camino recto. Después, una apisonadora pasa sobre los adoquines ya colocados para asegurar la colocación. Es capaz de colocar 500 metros cuadrados de calzada al día, mientras que si se hiciese de manera tradicional se llegaría a cubrir, de media, 100 metros cuadrados. Además,funciona con electricidad y se mueve a una velocidad de unos 4 metros por minuto. La nueva versión, más ecológica, puede funcionar durante una semana a carga completa.

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