drodriguez 16 noviembre, 2017

Es alumno de la especialidad electrónica del Instituto Arnoldo Janssen y diseñó un llamativo prototipo que, adaptado según la necesidad, podría ser muy práctico para una persona con problemas de movilidad.

El Día de las Escuelas Técnicas dejó una gran variedad de exposiciones en todas las EPET e institutos de esa orientación de la provincia. En la muestra de trabajos del Instituto Arnoldo Janssen hubo varios que llamaron la atención, realizados por los alumnos de las diferentes especialidades.

Uno de ellos fue, tal como lo denominó su creador, un “Auto controlado por los movimientos de la mano”. Joaquín Trinidad, alumno de la especialidad Técnico en Electrónica, fue el desarrollador del proyecto y describió su obra como una nueva versión del auto a control remoto.

Relató que la iniciativa surgió después que los profesores los invitaran a desarrollar un proyecto que llamara la atención, pero que a la vez fuera una solución a una problemática.

En ese sentido, Joaquín indicó: “Esto sería ideal para una persona que tiene problemas de movilidad, o bien para acceder a espacios reducidos con una cámara encima del prototipo. A diferencia del control remoto común que necesita de las dos manos para mover un aparato de este tipo, con este se puede manejar con el movimiento de una sola mano”, explicó.

Puede cumplir la función de cubrir las expectativas de una persona que no puede caminar. “Se puede calzar el guante y con inclinar la mano hacia arriba, abajo, o a los costados, puede controlar el automóvil, al que además se le puede agregar algún accesorio que le sea útil”.

Mientras realizaba la demostración, el joven detalló que funciona con una señal de radiofrecuencia. Tiene un transmisor en el guante y un receptor en el auto, por lo cual, con cada movimiento provoca que el prototipo se desplace. Los movimientos analógicos que produce la mano, llegan traducidos de forma digital al automóvil.

En lo que refiere al hardware está conformado por una placa Arduino, un acelerómetro, los transmisores de radiofrecuencia, y un driver o puente H, que controla los motores”, indicó Joaquín.

Relató que con los conocimientos específicos, armar un proyecto así no tardaría más de un mes en desarrollarse, pero le llevó un poco más de tiempo por la demora entre el pedido y el arribo los componentes (una placa es japonesa). Además, luego sigue la parte de planificación del proyecto y del diseño de los circuitos. “El armado final no es el problema sino la programación para que responda a las órdenes”.

Finalmente, Trinidad destacó que tiene ganas de seguir desarrollando la idea, para que pueda ser utilizado de forma práctica según la necesidad.

 

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