drodriguez 29 mayo, 2018

Trabajaba en Mendoza como peluquero canino e instructor de Tai Chi Chuan, pero no llegaba a fin de mes. «Estoy muy entusiasmado«

Matías Aporta trabajaba como peluquero canino e instructor de Tai Chi Chuan. Junto con su mujer, apenas llegaban a fin de mes, por lo que decidió probar suerte con el plan 111Mil, para aprender a programar y encontrar un puesto en la industria del software. Este mes lo llamaron de Belatrix para confirmarle un trabajo. Aún no lo puede creer.

«Me inscribí en el 111Mil por tres razones: hacía tiempo me llamaba mucho la atención el tema de la programación, aunque no sabía mucho al respecto; el curso era gratuito, y mi esposa y yo vivíamos con un promedio de $6.000 mensuales; y necesitaba hacer algo para salir adelante porque llevaba muchos años viviendo con muy poco«, explicó.

A Matías el Plan 111Mil le pareció bueno y ambicioso, «muy acertado en cuanto al hecho de que es una profesión con mucho futuro y es muy difícil para muchos poder acceder a estos conocimientos. Ofrecerlo gratis, a tanta gente y en tantos puntos del país, me pareció muy acertado«.

«Es una iniciativa excelente que ayudará a resolver la difícil situación que atravesamos las empresas de tecnología a la hora de poder contratar gente con conocimientos en programación«, opinó al respecto Federico Robbio, co fundador de Belatrix Software. «Además, desde el punto de vista social también permite que gente de otros sectores u oficios, donde el nivel de empleo no es tan bueno, pueda insertarse en uno donde seguramente las condiciones y oportunidades son mucho mejores«.

Belatrix nació en Mendoza, una provincia con grandes avances en la industria del software pero con altas dificultades a la hora de encontrar especialistas en tecnología. La empresa comenzó a tomar los primeros egresados del plan en Mendoza, y pronto espera hacerlo también en sus oficinas en Buenos Aires.

«Estamos iniciando nuestros primeros pasos con la nueva camada de egresados. En Mendoza tomamos recientemente una persona de Tupungato, que hizo el programa y está con muchas ganas de insertarse en nuestro sector. Vamos a asignarlo a un proyecto y además lo vamos a apoyar con capacitación en QA, inglés y metodologías ágiles«, explicó Robbio.

Carlos Pallotti, quien ideó el plan 111Mil durante su gestión como subsecretario de Servicios Tecnológicos y Productivos en el Ministerio de Producción dice: «Uno de los objetivos del programa cuando lo concebimos era que gente que no venia de la informática podía insertarse y obtener un empleo. Por eso me alegro ver plasmado ese objetivo con casos como este«.

«Tengo muchas ganas de aprender y de hacer muchas cosas, y poder ser un programador con todas las letras. Estoy muy entusiasmado«, comentó Matías, y dejó un mensaje para los alumnos del plan:</p

«Hay que ser consciente de que nada es gratis, todo implica un sacrificio y, en este caso, son las horas frente al monitor. Que no se frustren si algo no sale o cuesta. Si uno le pone empeño, termina saliendo y el placer de ese momento es impagable«.

 

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