drodriguez 31 octubre, 2018

El primer bio-ladrillo producido a partir de orina humana ha sido presentado por la estudiante de maestría en ingeniería civil de la Universidad de Ciudad del Cabo (UCT, por sus siglas en inglés), Suzanne Lambert, señalando un cambio de paradigma innovador en la recuperación de residuos.

El primer bio-ladrillo del mundo hecho usando orina humana fue presentado en la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica). En la foto están (desde la izquierda), del Departamento de Ingeniería Civil, el Dr. Dyllon Randall y sus estudiantes, Vukheta Mukhari y Suzanne Lambert.

Con esta nueva alternativa los bio-ladrillos se crean a través de un proceso natural llamado precipitación de carbonato microbiano. No es diferente a la forma en que se forman las conchas marinas, dijo el Dr. Dyllon Randall, supervisor de Lambert, y profesor titular de ingeniería de calidad del agua.

En este caso, la arena suelta se mezcla con bacterias que producen ureasa. Esta enzima descompone la urea en la orina mientras produce carbonato de calcio a través de una reacción química compleja. Esto cementa la arena en cualquier forma, ya sea una columna sólida, o ahora, por primera vez, un ladrillo de construcción rectangular.

Históricamente se utilizaban materiales de manera sostenible en la construcción. La paja, el barro o la madera son algunos ejemplos, pero actualmente los ladrillos convencionales de arcilla, cemento y materiales similares necesitan mucha energía para su fabricación, con lo que el impacto ambiental es muy alto. Estos nuevos ladrillos biológicos se fabrican en moldes a temperatura ambiente, por lo que no contaminan nada. Mientras los ladrillos normales se hornean a temperaturas de alrededor de 1400° C y producen grandes cantidades de dióxido de carbono.

Es bueno destacar que también la fuerza de los ladrillos biológicos dependería de las necesidades del cliente. «Si un cliente quisiera un ladrillo hasta un 40% más fuerte que una piedra caliza, solo habría que permitir que la bacteria fortaleciera el sólido al cultivarlo por más tiempo«, dijo Randall.

Además, el proceso de bio-ladrillo produce como subproductos nitrógeno y potasio, que son componentes importantes de los fertilizantes comerciales.

Químicamente hablando, la orina es oro líquido, según el profesor. Representa menos del 1% de las aguas residuales domésticas (en volumen), pero contiene el 80% del nitrógeno, 56% del fósforo y el 63% del potasio de esta agua residual.

Alrededor del 97% del fósforo presente en la orina se puede convertir en fosfato de calcio, el ingrediente clave en los fertilizantes que sustentan la agricultura comercial en todo el mundo. Esto es importante porque las reservas naturales de fosfato del mundo se están secando.

En conclusión el esquema general resultaría efectivamente en cero desperdicios, con la orina completamente convertida en productos útiles.

Randall destacó que el trabajo está creando cambios de paradigmas con respecto a cómo la sociedad considera el desperdicio y el reciclaje de ese residuo.

En este ejemplo, se toma algo que se considera un desperdicio y se crea varios productos a partir de él. Podríamos utilizar el mismo proceso para cualquier flujo de residuos. Se trata de repensar las cosas«.

 

www.news.uct.ac.za