drodriguez 29 abril, 2019

Jerónimo Batista Bucher tiene 21 años. Ya había sido noticia cuando cautivó a Angela Merkel en el G20 de Alemania.

Jerónimo Batista Bucher es de Vicente López y tiene un objetivo ambicioso pero bastante sólido para alguien que cumplió 21 años hace un mes: busca detener la contaminación plástica. Por eso es el único argentino elegido por Harvard y el Massachusetts Institute of Technology -más conocido por sus siglas, MIT- como uno de los 100 Líderes del Futuro a nivel global.

El 15 de junio viajará a Boston, Estados Unidos, para recibir la distinción y participar de debates en Cambridge en la llamada «milla más innovadora del mundo» (Kendall Square) junto a ganadores del Premio Nobel.

«Jero», que aún vive con sus padres, había sido noticia a fines de 2017 cuando cautivó a Angela Merkel con su fervor por la sustentabilidad en el encuentro Jóvenes por el G20 en Alemania.

Más allá de la oratoria y su dicción en inglés, lo importante es lo que hizo. Con solo 18 años creó una máquina que fabrica vasos ecológicos. Su invento se llama Sorui y usa extractos de algas para hacer recipientes que no contaminan. 

Tres años después de presentar esa idea, ya tiene laboratorio propio en la Universidad Nacional de San Martín, donde cursa el 4º año de Biotecnología. Lejos de la tentación del prestigio de Harvard, el MIT y el campus donde vivirá becado una semana, Jerónimo es una mente brillante que apunta a un futuro en Argentina.

«Quiero terminar mis estudios acá y poder aportar al desarrollo sustentable desde mi país. No tengo definido todo mi camino, pero cuando me reciba quiero haber tenido las experiencias internacionales para enriquecerme de todo ese contacto y poder generar vínculos positivos para avanzar con los desarrollos nacionales«, asegura, decidido. De hecho, todos los materiales que utiliza para sus máquinas son de industria argentina.

El encuentro será en una sede conjunta de estas universidades e incluirá una instancia de debate y formación con directores de centros de investigación y publicaciones científicas, como la revista Nature, con asociaciones industriales y gubernamentales de todo el mundo interesadas en desarrollo sustentable, y fundaciones como las de Bill Gates y el creador de Facebook, Mark Zuckerberg, que apuntan a la bioeconomía.

Es la quinta vez que se realiza esta distinción para Líderes del Futuro, pero nunca antes se había seleccionado a alguien de Argentina. «Cuando me llamaron me dijeron que fue por el trabajo que venía haciendo en el área de sustentabilidad, vinculado por un lado al desarrollo científico tecnológico y también por una cuestión de visión estratégica y progreso«, explica Jerónimo. 

Eso incluye, asegura, «los logros que había conseguido en las distintas representaciones que hice de Argentina a nivel académico«. Además de Alemania, otras becas y competencias en ciencia, antes lo llevaron a Inglaterra, India e Israel.

¿Qué presentará en Harvard y el MIT? «Son unas máquinas de vasos biodegradables, una alternativa ecológica al uso de los vasos de plástico, para evitar la contaminación ambiental que se genera por productos que se usan tan solo unos instantes y tardan cientos de años en degradarse.»

La implementación que propone para estos vasos abarca desde cadenas de comida rápida (la mayoría ya tiene vasos de papel) hasta eventos, recitales y oficinas. «Estos vasos de plástico son uno de los productos masivos más usados a nivel global. Por eso -asegura- es importante buscar reducir su utilización, y reemplazarlo por otro que tenga la misma funcionalidad»

«La máquina no tiene un costo elevado y es algo que se vendería a la institución o empresa donde se va a utilizar y después comprarán el insumo para hacer los vasos. El equivalente de costo de un vaso biodegradable va a estar en el mismo rango de precio que los vasos de plástico«, sigue.

Ese insumo es una composición a base de extractos de algas. Todo este verano estuvo dedicado en su laboratorio a mejorar esa composición. lo logró y por eso ahora está en la etapa de mejorar la automatización de las máquinas. 

Desde ese encuentro con Merkel, que le dio fama entre sus pares, recibe muchas llamadas de empresas interesadas en sus vasos. Pero Jerónimo define las prioridades. «Antes que la producción, es crucial obtener los fondos para el proceso de investigación. Y ese dinero más que nada fue a través de dos competencias en las que pude conseguir premios el año pasado«, cierra. En el exterior hay más empresas que invierten en sustentabilidad. Jerónimo las buscará en Argentina.

 

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