Las grandes potencias tecnológicas sacaron provecho a este “bien preciado del conocimiento” que no es más que el resultado de una combinación ideal del ingenio, investigación, creatividad y proactividad.

Aquí, es donde entra a calar nuestro papel de estudiantes de carreras enfocadas a la Informática y Sistemas. El Técnico es considerado como el especialista que provee soluciones reales a las necesidades y problemas de la sociedad bajo un enfoque Tecnológico, sabemos que este mundo tan complejo y cambiante de la tecnología, si nos quedamos cruzados de brazos, nos deja atrás en un instante.

Si somos profesionales preparados, formados para dar soluciones a problemas y subsanar necesidades con el uso de la Tecnología ¿por qué desconocemos tanto del buen uso de la Internet que disponemos y que está presente en cada minuto de nuestros días en diversos dispositivos tecnológicos? Tenemos las herramientas a la mano pero no es suficiente; ¿dónde queda el ingenio, creatividad y proactividad de la que siempre nos caracteriza como jóvenes y como futuros especialistas en Tecnologías de Información?. ¿Dónde está? nos preguntamos en algún momento de nuestras vidas, pues se pierde cuando nos convertimos en fieles consumidores de la Tecnología y olvidamos que nosotros somos quienes hacemos tecnología, quienes mejoramos lo existente e innovamos con nuestros productos o servicios este amplio campo tecnológico.

A los usuarios y desarrolladores de Latinoamérica en su gran mayoría nos han acostumbrado al facilismo, al siguiente, siguiente, aceptar. Intuitivamente hacemos uso de la computadora, intuitivamente accedemos a Internet, intuitivamente instalamos una aplicación. Pero… hemos olvidado que nuestro papel, no es utilizar la tecnología existente sino crear e innovar. Todas las capacidades características o un gran porcentaje de ellas están dormidas dentro de cada uno de nosotros, son pocos los profesionales en Tecnología que se destacan y hacen la diferencia. Es un problema de formación, es un problema de subdesarrollo tecnológico ¿qué es lo que sucede? Estamos mal acostumbrados al uso de herramientas de software que hacen la mayor parte del trabajo por nosotros, no digo que esté mal que las aplicaciones de software sean fáciles de usar e intuitivas, el problema está cuando no vemos más allá de la interfaz, cuando nos contentamos con lo que vemos y seguimos siendo fieles consumidores del software privativo que nos vuelve dependientes de su tecnología y que perturba nuestra inquietud investigadora, nuestra creatividad y proactividad. Como desarrolladores de software, de soluciones tecnológicas que satisfacen necesidades de nuestra sociedad, nos volvemos egoístas, nos encerramos con nuestras ideas y no escuchamos, ni dejamos que los demás nos escuchen.

El egoísmo de esas grandes corporaciones tecnológicas que intervienen en nuestra formación, que ofrecen sus herramientas a nuestras instituciones de estudio a un menor costo y en muchos casos terminan siendo conseguidas gratuitamente, limitan nuestra interacción con el software a un nivel funcional y no nos permiten adaptarlo a nuestras necesidades, mejorarlo, integrar nuevas funcionalidades o quizás el hecho de que seamos conscientes de esto debería incentivarnos a apostar por otras alternativas, como es el software de licencia libre que parte de una ideología de libertades de uso, estudio, distribución y mejora sin ninguna restricción más solo debemos tener presente la autoría del software y un aporte voluntario con las mejoras y soluciones a problemas que experimenten sus usuarios a nivel funcional y de desarrollo. ¿Y por qué no aplicarlo a nuestra formación, si es tan bueno y sin restricciones? pero no se aplica o se aplica muy poco por el hecho que la mayoría de profesionales se han formado con herramientas de licencias no libres. Y los centros educativos no se preocupan por capacitar a su personal académico en el uso de software de licencia libre, es más, promueven el uso y desarrollo de software privativo en sus actividades. No podemos esperar que de la noche a la mañana cambie todo este contexto que se implantó desde hace muchos años, porque no decirlo hace más de una década. ¡La elección es nuestra! y el cambio debe partir de nosotros mismos, no podemos exigir que nos enseñen diferente pero si podemos empezar a usar software libre.

Adaptado a partir del artículo publicado por la Asociación Peruana de Ingeniería de Sistemas y Computación: Software Libre, Investigación, Creatividad, Pro actividad en la Educación Superior