TeleGeography, empresa de consultoría e investigación del mercado de telecomunicações lanzó la versión actualizada del mapa de los cables submarinos que unen a los continentes y que son un recordatorio palpable (y mojado) de que internet es, una cosa. Que existe, físicamente. Y si algún dictador quisiese desconectar su país de la red mundial de computadoras, probablemente la manera definitiva seria hacerlo.
Si, aprovechando que el dictador cortó el cabo, podemos observar que en verdad se trata de cables dentro de otros cables. Y siempre fueron así, mucho antes de ser usados para internet.
Quien comenzó a popularizar esta historia fue Bell Labs, que usó el mismo principio de las latas unidas por hilos, sólo que con continentes.
Y hoy en día son tantos que Google incluso avisa a los bañistas, para que nadie tropiece.
Bueno, volviendo al mapa: rinde homenaje a los primeros cartógrafos e incluye elementos de la cartografía medieval y renacentista. En los originales había monstruos marinos, hoy los seres mitológicos que habitan las profundidades están bien presos dentro de los cables que recorren el suelo del planeta para todo que el mundo pueda hablar con todo el mundo (conceptualmente claro).
Puedes ver la versión interactiva (en verdad solo permite acercar y alejar el mapa) o comprar uno para colgar en la pared.
Esto sí es la internet de las cosas. De las 299 cosas (activas y planificadas) que mantienen a humanidad atada.