Es un súper deportivo de 920 caballos de fuerza, alcanza una velocidad máxima de 350 kilómetros por hora, acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en tan sólo 2.8 segundos (lo que hace más veloz que un McLaren P1), y… ¡Funciona con agua salada!
No es un proyecto, es un auto real, hecho y derecho: la tecnología de agua salada del Quant e-Sportlimousine ya ha sido patentada y aprobada para su implementación en las carreteras europeas.
Con un peso de 2.3 toneladas y un elegante color Chrystal Lago Azul, esta increíble maravilla de la tecnología ecológica se destaca por sus puertas de vaivén tipo mariposa y un tablero de instrumentos futurista, impulsado por el sistema Android.
La propulsión del Quant está basada en un novedoso sistema de generación eléctrica a través de una batería de electrolito. Así, como si se tratara de una célula de combustible de hidrógeno, el sistema emplea salmuera para almacenar energía: el agua salada pasa mediante una membrana entre dos depósitos y genera una carga eléctrica; luego, la electricidad es a su vez almacenada y transmitida por súper-condensadores. Para dar soporte a su estructura, el sistema cuenta con dos depósitos de agua salada con capacidad para 200 litros cada uno, lo que redunda en una autonomía final de 600 kilómetros.