Chicas en Tecnología quiere reducir la brecha del género en tecnología con iniciativas para que chicas de entre 13 y 16 años aprendan a desarrollar software.
La poca presencia de las mujeres por la tecnología y por carreras vinculadas con las ciencias de la computación es un fenómeno que ocurre en todo el mundo y nuestro país no es la excepción. «Después de 1980 el número de chicas que se inscribieron en este tipo de carreras comenzó a decaer. Para el año 2010, sólo entre 11 y 15% de mujeres seguían carreras tecnológicas en la Argentina y los Estados Unidos. Para 2020 habrá una demanda de 1,4 millones de empleos en tecnología y sólo el 29% de los graduados universitarios estarán calificados para cubrirlos«, reveló Sofía Contreras, cofundadora de la organización Chicas en Tecnología.
Y justamente esta organización es una asociación sin fines de lucro integrada por cinco mujeres -Sofia Contreras, Carolina Hadad, Melina Masnatta, Lucila Rodríguez y Mariana Varela- provenientes de distintas áreas vinculadas al desarrollo de software. La idea de ellas es potenciar y promover el crecimiento, éxito y liderazgo de niñas y mujeres en tecnología y emprendedorismo. Según ellas, para hacer avances significativos sobre el desequilibrio de género que se observa es necesario conseguir que más jóvenes mujeres se interesen en la tecnología y sus diversos usos a temprana edad, y que más mujeres se involucren como modelos a seguir. Para conseguirlo, en 2015 Chicas en tecnología realizó su primer iniciativa en la ciudad de Buenos Aires llamado Programando un mundo mejor.
Programando un mundo mejor
Sobre esta iniciativa Hadad explicó que Programando un mundo mejor intenta identificar un problema y desarrollar aplicaciones móviles para resolverlo. «Queremos que las próximas generaciones puedan resolver su problemática a través de un productos que programen ellas mismos y lo brinden al mundo. Asimismo los participantes de este programa deben pensar aplicaciones solidarias para resolver esos inconvenientes«, detalla.
Esta iniciativa es destinada a jóvenes mujeres de entre 13 y 16 años, y tiene como objetivo brindar los elementos básicos para que las participantes aporten soluciones innovadoras y creativas a los problemas que les interesan. «Se realiza en las oficinas de empresas de desarrollo de software para que puedan vivenciar la experiencia y desmitificar la idea que el trabajo de programación es una tarea individual«, explicó Hadad.
A esa primera edición se postularon 70 candidatas. Luego de un proceso de selección, 24 estudiantes provenientes de ocho instituciones educativas de la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires participaron del programa y al finalizar desarrollaron ocho aplicaciones de impacto social.
Las tres aplicaciones seleccionadas por el jurado fueron Ayuda mi barrio (una aplicación de alerta entre los vecinos sobre las inundaciones a partir de un mapa colaborativo; las estudiantes que la desarrollaron pertenecen a la escuela técnica USAM); Trotamundos (una agenda cultural dinámica que invita a conocer a diferentes colectividades para disminuir la discriminación y colaborar a la tolerancia social. Ésta fue diseñada por chicas del colegio «Arzruni»); y Panic App (obtuvo el tercer puesto por la usabilidad, diseño y aplicabilidad. Con un solo clic se puede llamar a números de emergencia alertando desde un incendio hasta casos de violencia de género, diseñada por chicas de la escuela EEM Nº 1 DE 16 «Rodolfo Walsh»).
Según adelantó Lucila Rodríguez, los objetivos para este año incluyen incrementar las actividades, para alcanzar un mayor número de chicas; para ello se realizarán varios programas en Buenos Aires y en el resto del país. «Estamos trabajando en la identificación de embajadores y en un proceso de estandarización de nuestros programas para que se puedan replicar fácilmente en diferentes partes del país. Asimismo, vamos a elaborar informes en base a los resultados e investigación que obtendremos de nuestro trabajo«, completó Contreras.
Pero esto no es todo, en el futuro Chicas en Tecnología planea desarrollar más iniciativas para que más mujeres elijan carreras tecnológicas. «En 2020 queremos llegar a 100.000 chicas con nuestros programas. Incrementar la participación de mujeres en ciencia y tecnología, y su acceso a ella, es esencial para reducir la pobreza, crear oportunidades de trabajo y aumentar la productividad de nuestro país«, concluyó Contreras.