Un ingeniero biomédico cordobés armó la herramienta que facilita la vida diaria; se puede bajar gratuitamente de una aplicación.
Un egresado de Ingeniería Biomédica de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba diseñó una herramienta que facilita la vida a quienes tienen discapacidad motriz en sus manos, permitiéndoles tomar y soltar los objetos sin necesidad de asistencia de otra persona, lo que la diferencia de lo que hay actualmente en el mercado.
Gonzalo Nanzer explicó que el proyecto comenzó como trabajo práctico de una materia (Ingeniería en Rehabilitación); diseñaron el modelo para un joven con una lesión medular y que -hasta entonces- usaba un «bolsillo palmar» para sostener utensilios, pero que requiere de que una vez terminada la tarea otra persona retire lo tomado del sostén.
«Vimos que era una limitación y buscamos corregirla, además de ir sumando accesorios o adaptaciones en función de contactos con centros de rehabilitación y pacientes«, agregó Nanzer. La impresión 3D completó el desarrollo para abaratar costos y facilitar la producción de una herramienta que es clave para actividades cotidianas como alimentarse, escribir o cepillarse los dientes.
El dispositivo consta de un rectángulo -con un patrón de muescas y enganches- que se ajusta a la palma de la mano, y distintos apliques que van adheridos a los utensilios. A través de un sistema de encastre es factible tomar y liberar los cubiertos de manera muy simple. El funcionamiento fue pensado contemplando la posibilidad de incorporar otros accesorios que amplíen la variedad de tareas posibles.
«Todo está pensado para facilitar las tareas de quienes no pueden mover sus manos. No hizo falta aplicar ninguna tecnología sofisticada, el mecanismo de encastre fue suficiente para que puedan valerse por sí mismas«, describió Nanzer. La ventaja frente al producto que se comercializa habitualmente -una faja con un bolsillo- es que otro debe poner el utensilio y retirarlo. «No da independencia«.
Los terapistas ocupacionales que colaboraron en el diseño remarcaron la importancia psicológica que tiene para un paciente con dificultades motoras el poder realizar de manera independiente actividades básicas. De esa experiencia Nanzer aprendió la necesidad de modificar el dispositivo para que se adapte a las necesidades individuales.
«Cada paciente es diferente y, en ese sentido, la impresión 3D permite de manera económica personalizar cada dispositivo«. Es que sólo con la modificación de un archivo digital se puede producir el mismo objeto con variaciones de color, tamaño u otras características, sin tener que hacer moldes nuevos, ni procesos más lentos y costosos.
Estos atributos son distintivos de los proyectos de código abierto (open source). «Si bien mi proyecto no se trata de un software, estos principios se aplican al hardware de manera idéntica«, planteó Nanzer y detalló que, en este caso, el concepto se refiere a especificaciones de diseño de un objeto físico que están bajo una licencia que permite a cualquier persona estudiarlas, modificarlas y compartirlas.
Nanzer subió su diseño a Pinshape, una de las plataformas online en las que pueden compartirse todo tipo de recursos. Cualquier persona puede crear una cuenta y descargar los archivos fuentes del set de herramientas para personas con dificultad de movilidad en las manos y usarlos en su propia impresora 3D.
Otra posibilidad es que se contacten con él a través de la página de Facebook «Dis+», quien adapta el kit original a las necesidades que tenga el paciente, para después hacer la impresión. Insistió en que es un «mecanismo simple que otorga autonomía» y que su costo es «bajo«.