Un grupo de alumnos de la Escuela de Comercio 17 de San Pedro encuentra en la robótica la posibilidad de crear objetos autónomos, lo que les permite enriquecer sus conocimientos, explorando un área bastante desconocida por ser un establecimiento que no cuenta con orientación técnica.
Los desafíos no fueron un obstáculo para mostrar la capacidad creativa que poseen. Es así que armaron un robot con elementos reciclados y participaron de la Liga Nacional de Robótica con un dispositivo tecnológico que armaron en ocho días.
El grupo de jóvenes está conformado por Rocío Dornelles, Amira Núñez, Juan Ostroñuk, Nicolás Sundhoff, Mauricio Pulikoski y Santiago Argüello y son de tercero y cuarto año y los acompañan el profesor Javier Mate Luna y los técnicos facilitadores Samuel Bazyluk y Héctor Jara, cuyo asesoramiento es un gran impulso para ellos. Además, su interés por la robótica demanda que se reúnan en contraturno para desarrollar sus innovaciones.
En relación al robot con el que participaron en Posadas de la Liga Nacional de Robótica, explicaron: “Todo lo hicimos con materiales caseros, hasta incluso las ruedas. Cuenta con una placa de Arduino en la que se instala la programación para que el robot ejecute de forma autónoma cada una de las funciones, un puente H, el cableado, sensores ultrasónicos, otro sensor, con lo que debíamos lograr que el robot detecte a su oponente y lo saque del ring”.
Y añadieron: “Fue bastante complicado armarlo porque varios conocimientos no manejamos por no ser una escuela técnica pero investigamos y con la ayuda de los profes pudimos hacerlo”.
Nuevos desafíos
Esta experiencia generó un enorme entusiasmo en ellos y actualmente se encuentran trabajando en el armado de un videojuego para niños para participar en un concurso nacional. El juego tiene como mensaje concientizar sobre el peligro de las redes sociales y los archivos maliciosos.
Para participar recibieron un modelo por parte de la organización con varias indicaciones y modificaciones que debían realizar para que el juego cumpla con su función.
Una vez que logren avanzar con la primera etapa -en la que, entre otros puntos, tuvieron que cambiar la estética del juego, los movimientos de los personajes y resolver errores- deberán enviar el modelo y en caso de que pasen la evaluación, estarían en la siguiente ronda con más de 14.000 competidores.
“Estamos finalizando la primera etapa, es muy copado ver cómo va quedando, programas una línea de códigos para los movimientos, cambiamos el fondo, lo tornamos más llamativo ya que el videojuego es para trabajar con niños de la escuela primaria a fin de explicar sobre los virus en internet, ver de a poco como logramos armarlo es muy bueno. Cada nuevo logro es un festejo para todo el grupo”, expresaron.
Finalmente, el facilitador técnico Samuel Bazyluk, señaló: “El avance de los alumnos es muy bueno. En el caso del robot, ellos lo programaron en ocho días y fueron a competir con chicos que hace cuatro años están en esto”.
“Más allá de los resultados competitivos, nos sentimos muy orgullosos de poder incentivarlos en la programación, electrónica y robótica, en que el apoyo tanto con materiales como en capacitaciones que recibimos de la Escuela de Robótica es muy importante”, completó.