Enfocada en formar a las nuevas generaciones para que se comprometan con la protección del medio ambiente, una escuela técnica en San Luis, Argentina, tiene un plan de estudio que busca hacer la diferencia.
En un mundo cada vez más consciente de la necesidad de adoptar prácticas amigables con el medio ambiente, la educación ambiental emerge como un pilar fundamental en la formación de los jóvenes.
La Escuela Técnica N° 37 “Germán Ave Lallemant”, de la provincia de San Luis, en Argentina, que se destaca por su compromiso en la mitigación de los efectos del cambio climático y la promoción de un entorno más sustentable.
La alianza entre la Escuela Técnica y la Tecnicatura Universitaria en Energías Renovables, de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) ha dado lugar a la implementación de innovadoras metodologías de enseñanza, que no solo enriquecen el ámbito académico, sino que también contribuyen a la construcción de una biósfera más equilibrada.
Esta escuela incorporó en plan de estudios un sistema de práctica técnica supervisada, ofreciendo a sus estudiantes próximos a egresar la oportunidad de aplicar sus conocimientos en proyectos de relevancia social y ambiental.
Laura Jourdán, regente de la institución, explicó que la institución “es una escuela de energía renovable y cuidado del medio ambiente” en la que les enseñan a los estudiante la importancia de las prácticas de sustentabilidad.
Uno de los proyectos más destacados -surgidos de la colaboración entre la Escuela y la UNSL- es el diseño de un sistema fotovoltaico on grid (SFVOG) que provee de energía eléctrica al edificio de la institución. Este sistema, montado sobre el techo del establecimiento, utiliza módulos fotovoltaicos nuevos y recuperados, y que fueron instalados por los propios estudiantes. Además, una estructura soporte fabricada por los educandos sostiene estos módulos, demostrando el compromiso y la capacidad de los jóvenes para desarrollar soluciones innovadoras.
El SFVOG no solo abastece de energía eléctrica a la escuela, sino que también contribuye al suministro de energía a la red de distribución, inyectando el excedente generado. Gracias a la eficiencia de este sistema, se ha logrado una notable reducción en el consumo de energía eléctrica en el establecimiento educativo.
“En el contexto actual, en el que tenemos que cambiar la matriz energética del país, creo que es necesario dar prioridad a este tipo de escuelas”, declaró Jourdán. Y explicó que “Argentina es un país agrícola, ganadero y todos los desechos de la industria, del agro y del ganado pueden ser utilizados como biomasa” por lo que consideró “utilizar esa energía como energía útil”.
Se conoce como biomasa a la materia orgánica originada en un proceso biológico, espontáneo o provocado, que es utilizado como fuente de energía.
El compromiso con la sostenibilidad va más allá de la implementación del sistema eléctrico renovable, valoran los maestros de esta escuela en Argentina. Las prácticas de reciclaje y de cultivo de alimentos orgánicos también atraviesan el día a día escolar.
“El cuidado del medio ambiente significa ser respetuoso con el mismo, saber cómo tenemos que alimentarnos sustentablemente, y hasta reciclar”, señaló la docente. Y agregó que la práctica del reciclaje es “fundamental” en esa institución porque “todo lo que tenemos en los proyectos, la mayoría de las partes son cosas que han desechado en fábricas o donaciones”, con lo cual, los estudiantes aprenden a darle una segunda oportunidad a aquellos elementos que son desechados.
La escuela cuenta con una huerta orgánica, en la que los estudiantes siembran frutas y verduras.
La voz de los estudiantes
Además de los beneficios ambientales y económicos que conlleva el uso de energías renovables, este proyecto educativo fomenta el aprendizaje práctico, el trabajo en equipo y el compromiso con el cuidado del medio ambiente.
Franco Milán, estudiante del último año, comentó que “desde los primeros años tenemos todas las tareas relacionadas con las energías renovables” y a medida que avanzan los estudios “vamos metiéndonos en el taller y haciendo cosas cada vez más relacionadas a hacer instalaciones”.
El estudiante, que quiere continuar una carrera universitaria relacionada con la economía, sostuvo que “uno de los mayores problemas que tiene la energía renovable hoy en día, es que mucha gente cree que hace daño a la economía”, sin embargo, el joven de 18 años dijo que quiere “tratar de encontrar la solución o un compromiso para, de la mejor manera, desarrollar energías renovables”, que no tengan efectos nocivos para la economía.
Como parte de este debate, el estudiante Joaquín Rastrilla opinó “que un cambio muy repentino en lo que sería el esquema energético de un país puede afectar en gran medida a la economía, por lo que sería necesario un cambio paulatino, pero es importante hacerlo”.
Y agregó que: “No se debe olvidar que utilizando las energías que se están utilizando ahora, el ambiente se daña y a largo plazo eso es imposible de sostener”.
Sobre las prácticas en la escuela, otro de los estudiantes, Lucas Bilbao, comentó que año a año, los estudiantes son desafiados con nuevos proyectos que se experimentan en la escuela, con el objetivo de que luego puedan ponerlo en práctica fuera de esa comunidad. “En los primeros años se da la introducción a lo que son las energías renovables con respecto a las no renovables. En el último año están las prácticas. Cada año siempre se plantea un nuevo proyecto, siempre para mejorar la escuela”, explicó.
Un estudiante que volvió a las aulas, pero como docente
Nicolás Nesprias, quien fue alumno de la escuela, es actualmente un docente que imparte las asignaturas de ‘cálculo y diseño’ y de ‘prácticas pre profesionales’.
“Salí de la escuela pensando que iba a volver. Pasé por la universidad, me formé y dije ‘es el momento de volver’. Hice mis prácticas profesionalizantes dentro de la institución y me quedé directamente con el cargo de docente”, comentó.
Nesprias explica que ha visto «chicos que se comprometen con las energías renovables y lo transmiten tanto en sus casas, a sus amigos y familias”.
“Llevan la bandera de la energía sustentable, ellos se encargan de mostrarle al mundo que hay una forma de hacer las cosas de una manera mejor”, concluyó.