Estudiantes de quinto año del Instituto Santa María desarrollan un sistema de reconocimiento facial cuya base de datos pueda integrarse a una aplicación con cámara incorporada en un futuro para el registro de los presentes en el aula.
En el Instituto Santa María, estudiantes de quinto año de la orientación en Robótica y Programación desarrollan un sistema de reconocimiento fácil a partir de entrenar a una inteligencia artificial con fotografía de los integrantes del curso. Se encuentra aún en una etapa de entrenamiento básico diseñada para que comprendan los usos y alcances de la inteligencia artificial.
El docente Nicolás González, diseñador industrial y técnico electrónico a cargo del Taller de Inteligencia Artificial, aclaró que este desarrollo no es aún una aplicación funcional para uso institucional, sino un ejercicio pedagógico con proyección. “Estamos haciendo todo el proceso de entrenamiento para que un futuro pueda convertirse en un sistema de asistencia automática mediante reconocimiento facial”.
“Forma parte de un proceso anual donde ellos tienen que terminar con un proyecto o una aplicación a fin de año que muestre cómo fue el transcurso”, agregó.
La propuesta contempla que, en un futuro, esta base de datos pueda integrarse a una aplicación móvil o una página web con cámara incorporada. “Podría ser una aplicación en un dispositivo móvil a la entrada del aula o una página web conectada a una webcam”, detalló González.
El proyecto, bautizado por sus creadores como FaceCheck, forma parte de un proceso de aprendizaje que une varias materias (Inteligencia Artificial, Seminario de Robótica y Sociedad) bajo un enfoque pedagógico centrado en el aprendizaje basado en proyectos (ABP) y el modelo STEAM.
Para esto utilizan LearningML, una plataforma gratuita que permite cargar imágenes, etiquetarlas con los nombres correspondientes y entrenar un modelo de reconocimiento.
“Nosotros le damos los datos y la inteligencia artificial se entrena en base a esos datos”, señaló el profesor. A través del proceso de carga, rotulado y entrenamiento de imágenes, la IA aprende a reconocer los rostros de los estudiantes, asociándolos con sus nombres.
De acuerdo a Agustina Posdeley, integrante del proyecto “ya realizamos la primera prueba, a partir de imágenes que cargamos previamente de nuestros compañeros y sus nombres, y cuando entramos al curso, la aplicación reconoció a todos”.
La herramienta aún está en fase de desarrollo, pero ya ofrece una experiencia concreta sobre cómo funcionan los procesos de entrenamiento en IA.
El docente también destacó que el proyecto no se limita solo al aspecto técnico, aborda tanto las aplicaciones como las implicaciones éticas de esta tecnología.
“La idea es que los chicos salgan de la secundaria con conocimientos reales sobre cómo se entrena una inteligencia artificial y cómo aplicarla en distintos contextos”, señaló el profesor.
Otro proyecto en marcha
Otro grupo de la misma promoción trabaja en una segunda iniciativa: una aplicación desarrollada en App Inventor para controlar un robot mediante comandos desde el celular. “La idea es, por un lado, crear una app que permita mover un robot, que sería como un control; y, por otro lado, armar el robot. Entonces lo que hace el celular es conectarse al bluetooth del robot, ahí controla la placa y cuando se activa el control, se activa la placa y mueve el auto hacia atrás, hacia adelante. La idea es que los chicos puedan participar en las competencias de la escuela robótica”.
“Nosotros notamos que hay muchas aplicaciones para controlar autos, pero por ahí le faltan cosas o no trabajan bien como los chicos quieren entonces empezaron a hacer su propia aplicación desde cero”.