drodriguez 6 mayo, 2025

Un joven ingeniero camerunés, llamado Didier Dinamou, ha desarrollado un nuevo invento que promete enfriar habitaciones muy rápido sin usar electricidad ni gases refrigerantes. En concreto, ha ideado un innovador sistema sostenible de climatización solar adiabática por aire basado en terracota diseñado para utilizarse en zonas donde la electricidad es escasa o inexistente, como el Sahel, un área ecoclimática y biogeográfica del norte del continente africano, y otras regiones rurales de África.

Un proyecto que nació como parte del trabajo de fin de estudios de Dinamou en la École Nationale Supérieure Polytechnique de Maroua, que le valió una nota de 18,5 de 20 puntos. Este invento, además, fue reconocido internacionalmente con distintos premios, y destaca por estar fabricado principalmente con tierra cocida, un material natural, económico y ampliamente disponible. Un sistema de climatización solar que es una interesante y sostenible alternativa a los equipos eléctricos, ruidosos y de alto consumo energético que se usan en verano.

Funciona con energía solar

Este nuevo invento utiliza el principio de enfriamiento adiabático por evaporación, que es aquel que se logra al evaporar el agua que reside en el aire, lo que hace que el clima sea menos seco y aumenta la humedad. El climatizador de este ingeniero funciona de la siguiente manera: el aire caliente pasa a través de una superficie húmeda de tierra cocida, lo que permite que la evaporación del agua absorba el calor del ambiente. Gracias a ello se logra reducir la temperatura del aire sin necesidad de utilizar compresores.

Tampoco usa gases refrigerantes, que suelen ser contaminantes y costosos, ni electricidad. De hecho, es autónomo energéticamente, ya que funciona con paneles solares integrados, por lo que no depende de la red eléctrica. Entre las principales características de este climatizador del joven ingeniero destaca que está fabricado con materiales locales y sostenibles, como es el caso de la tierra cocida, que está disponible en muchas regiones del mundo; por lo que reduce los costes de producción y transporte.

El invento de Didier Dinamou también es funcional y es que además de enfriar el aire, ofrece igualmente iluminación LED y permite cargar teléfonos móviles u otros dispositivos electrónicos pequeños. De la misma manera, destaca por ser silencioso y por no contar con vibraciones, siendo ideal para usarse en espacios donde el confort acústico cobra una gran importancia. En cuanto a su diseño, cuenta con un aspecto artesanal y estético, integrando la tecnología en formas orgánicas y adaptadas a las tradiciones locales y a su entorno.

Por lo tanto, se trata de una tecnología especialmente eficaz en climas cálidos y secos, donde el contraste entre la temperatura del aire y el nivel de humedad permite una mayor eficiencia en la refrigeración. También es ideal para zonas donde tanto el calor como la falta de electricidad sean una limitación, además de ser útil para refugios climáticos, viviendas rurales, campamentos humanitarios o zonas afectadas por desastres naturales.

Incluso se podría usar en proyectos de arquitectura bioclimática, aunque cabe recordar que inicialmente el invento fue diseñado específicamente para las condiciones extremas del Sahel. Además, su bajo coste y fácil mantenimiento hacen que sea accesible para comunidades vulnerables. Dinamou por el momento no ha revelado el precio final de este dispositivo, aunque sí que ha señalado que su objetivo es que sea asequible para el mayor número de personas posible.

Reduce el consumo energético

Esta tecnología cuenta con un gran potencial que va más allá de jubilar al aire acondicionado. Y es que este invento solar fabricado con tierra cocida ofrece una gran variedad de ventajas. Por ejemplo, reduce el consumo energético global al prescindir de electricidad convencional y refrigerantes, lo que disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero. También fomenta economías circulares y reduce la dependencia de componentes importantes, promoviendo el uso de materiales locales.

Didier Dinamou señala igualmente que su tecnología facilita la adaptación al cambio climático, especialmente en las regiones más vulnerables al calor extremo y, al basarse en energía solar y tecnología de bajo mantenimiento, puede permitir a las comunidades que sean ellas mismas las que gestionen sus propios recursos energéticos. Por último, el ingeniero destaca que su climatizador solar de terracota disminuye la huella ecológica de la climatización al no generar residuos electrónicos ni usar químicos dañinos para el medioambiente.

 

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