Quiero comenzar hablando en el marco de la propia Nación Red: “publicación orientada a ciudadanos digitales”. ¿Qué es eso de ciudadanía digital? ¿realmente afecta lo digital a la ciudadanía en su conjunto?
Comencemos con el principio, mucha gente sigue pensando que el mundo digital ni le va ni le viene, que es algo de los jóvenes o de los frikies, de aquellos que tienen computadora o smartphone de última generación y que están constantemente enganchados a la Red. Y es cierto en parte, el mundo digital afecta clara y abiertamente a esas personas o ciudadanas, pero olvidan que también lo hace sobre el resto. Hoy en día todos y todas, de una u otra manera participamos de esta nueva Sociedad, que independientemente de connotaciones más o menos marketinianas o sonoras “2.0, socialmedia, cyber, open,…” nos afecta en una u otra medida:
¿O es que no nos afectan los recortes en prestaciones y servicios públicos recientes que podríamos llamar la de la crisis 2.0? por llamarle de una manera a esta crisis de valores que comenzó como el negocio de duros a cuatro pesetas o también denominadas “hipotecas subprimes”. El ejemplo más claro en este sentido, se plantea cuando para “rescatarnos de esta gran burbuja 2.0″ nos presentan recortes, congelaciones,…. que no serían necesarias si se hubiese apostado por software libre.
¿No es importante que nuestros datos más íntimos, por ejemplo los médicos, estén bien custodiados y sin que tengan accesos corporaciones privadas?
¿No nos afecta a todos como se forma a nuestros escolares y nuestra futura generación de profesionales?
¿No nos afecta que nos obliguen a usar unas u otras marcas para comunicarnos con nuestras instituciones a la hora de gestionar trámites administrativos?
Las respuestas a estas preguntas son evidentes, ¿no? Por eso, son importantes conceptos como neutralidad comercial, independencia tecnológica, eficiencia en inversión en sistemas de la información, soberanía tecnológica, seguridad nacional, independencia de sistemas y proveedores,… y por eso es importante que como parte de la ciudadanía digital que somos, nos sintamos más o menos parte de la misma, reivindiquemos a nuestros responsables políticos LIBERTAD y SOBERANÍA TECNOLÓGICA, y a los responsables tecnológicos que cumplan con su misión, la de gestionar los recursos públicos de la forma más eficiente posible, para lo cual, solo hay un camino, el software libre y los estándares abiertos.
Todos formamos parte de esta nueva Sociedad, que nos convierte en ciudadanos digitales, y por ello, debemos reivindicar que las tecnologías no se usen como moda o como arma de discriminación, sino como la herramienta que nos hace ciudadanos más libres, más integrados e interrelacionados, tendiendo a una verdadera Sociedad 2.0 en la que todos y todas podamos decidir y no sean las corporaciones tecnológicas las que lo hagan por nosotras.