Hace poco más de tres años, el 15 de junio de 2016, Norberto Schmidt y Jonathan Ayala, dos jóvenes misioneros que con sólo 20 años conseguían una beca en el Instituto Balseiro, uno de los más prestigiosos del país, para estudiar Ingeniería Nuclear. Ayer, en el acto de colación, los jóvenes de 23 años se convirtieron en los nuevos ingenieros nucleares de la provincia. Tras años de estudio, esfuerzo y sacrificio, lograron cumplir sus sueños.
“Además de estar felices por haber llegado a la meta, queremos agradecer a nuestras familias, que nos dieron la fortaleza necesaria para no desistir y cumplir con este objetivo”, manifestaron. “También queremos agradecer al instituto, que nos abrió sus puertas y nos brindó todas las herramientas necesarias para estudiar en un ambiente familiar con vínculos estrechos entre profesores, directivos y estudiantes”, continuaron los egresados.
“El Balseiro de Bariloche es un instituto al que es muy difícil ingresar. Son tres años de ingeniería nuclear, previo a pasar por dos años en cualquier universidad. Se rinde un examen de ingreso y una vez que se tenga la evaluación aprobada, se realiza una entrevista de tipo laboral. Luego, los profesionales deciden si el aspirante pasa a formar parte de una de las facultades más prestigiosas del país”, explicó Norberto.
Los flamantes egresados son amigos desde hace varios años. “Nos conocemos desde el 2011, en las Olimpíadas de Matemáticas. Después coincidimos en la UNaM, en la carrera de Ingeniería Electrónica. Más tarde, conseguimos la beca para estudiar Ingeniería Nuclear y desde entonces, nos consideramos familia”, coincidieron.
Norberto y el valor de los objetivos
El flamante ingeniero Norberto Schmidt terminó sus estudios secundarios en el Liceo Naval Militar Almirante Storni en 2013, con el mejor promedio de la Armada Argentina. Con 17 años, comenzó su preparación en la Facultad de Ingeniería de la UNaM, en Oberá, y después de adquirir una base rindió el examen de ingreso al Balseiro, para conseguir la beca. Ayer, recibió el diploma que lo certifica como ingeniero nuclear junto a otros 14 compañeros en la 40ª promoción de ingenieros nucleares.
En cuanto a su tesis, estuvo relacionada a los Cálculos Neutrónicos de Factores Híbridos, fisión-fusión.
El posadeño reflexionó: “En la medida en que uno empieza a proponerse, los sueños empiezan a hacerse realidad. Creo que a los jóvenes nos cuesta mucho hoy en día planificar metas a mediano y largo plazo. Pero, si nos esforzamos por cumplir objetivos cortos, podemos realizar nuestros sueños. Más aún en un país como el nuestro, en el que tenemos universidades públicas y el conocimiento está al alcance de todos”.
En relación a su futuro, señaló: “Quiero seguir con la maestría en Ingeniería para continuar mi formación académica. Ese es mi próximo proyecto”.
Jonathan valoró el apoyo
Oriundo de San Vicente, Jonathan Ayala terminó sus estudios secundarios en la Escuela de Formación Agropecuaria San Vicente de Paul (EFA). Estudió tres años de Ingeniería en la facultad de la UNaM en Oberá junto a su amigo. A tres años de rendir y aprobar la beca para estudiar en el Balseiro, con 23 años, se graduó como ingeniero nuclear. Realizó su trabajo integrador en la División de Física de Reactores y Radiaciones en la implementación de una línea de cálculos en el reactor R10.
“Estoy feliz por haber logrado este objetivo y muy agradecido con el instituto por darnos las herramientas necesarias para cumplir este sueño”, señaló el joven. Destacó, además, que el ambiente es muy familiar.
Con respecto a su futuro, el joven contó que va a tomarse unos días para disfrutar de la familia y pensará mientras en su inserción laboral. “Creemos que este logro se debe a la fortaleza que nos dieron nuestras familias, la grandeza de contar con amigos y la sabiduría que nos brindaron en la institución para ser hoy en día, ingenieros nucleares”, concluyeron emocionados.
Formación académica en el Balseiro
Todos los años, el Instituto Balseiro, dependiente de la Universidad Nacional de Cuyo y la Comisión Nacional de Energía Atómica, emite una solicitud de beca para estudiar en el establecimiento.
La única manera de ingresar al instituto es aprobando el examen de admisión. Asimismo, para gestionar el beneficio, los aspirantes deben tener una base de grado en cualquier ingeniería.
La beca está destinada a cubrir los gastos de estadía en el campus del establecimiento, en Bariloche, durante los años que dure la especialización.
Exige una dedicación exclusiva del alumno a la preparación. Es decir, el ingresante debe dedicarse exclusivamente a estudiar. Conforme a estipendios de 2018, la beca mensual es de unos 15.100 pesos.