drodriguez 23 septiembre, 2022

Participan unos quince estudiantes de 4° y 5° año. El objetivo es reutilizar este producto que abunda en Misiones. El proyecto comenzó el año pasado y busca instalarse como una opción en la construcción sustentable.

Hay una búsqueda constante para contribuir a un mundo más saludable y cuidado para las futuras generaciones y muchas de esas actividades la llevan adelante jóvenes y adolescentes.

En ese marco, los chicos de la EPET N° 1 de Posadas -conocida popularmente como la Industrial-, llevan adelante el Proyecto Ecoladrillos: elaboran estas piezas a base de yerba mate usada. En la tarea están guiados por el profesor Ezequiel Cotorruelo, ideólogo e impulsor del trabajo.

Los ecoladrillos probaron ser resistentes, ahora evalúan si sirve para ser un aislante térmico y acústico.

La idea es reutilizar el residuo, tan abundante en esta zona, sumado al aserrín. Empezamos el año pasado probando distintas dosificaciones, mejorando y ajustando. Y por otro lado, incentivando más a los chicos para que se involucren, estén más contenidos en la escuela e investiguen”, comentó el docente en diálogo con El Territorio.

El proyecto empezó el año pasado con los estudiantes de 6° año y este 2022 continúa con los que están cursando el 4° y 5° año. Son al menos unos quince chicos y como no está enmarcado en una materia específica pueden sumarse todos los que estén interesados.

La apariencia de los ecoladrillos es más porosa que los convencionales.

Sobre la elaboración y su utilidad, Cotorruelo comentó: “Tenemos una fórmula en la que venimos trabajando que tiene yerba, aserrín, arena y cemento. Tiene resistencia y serviría más que nada para lo que es cerramiento y estamos en camino de ver lo que es la aislación tanto acústica como térmica”. Así, se busca ser una opción en la construcción sustentable.

El docente comentó que en el camino hacia la fórmula ideal probaron hacerlo solamente con la yerba usada, pero implicaba mucho tiempo de secado, entonces le añadieron el aserrín. En ese sentido, destacó que esto supone un abaratamiento en los costos de elaboración, puesto que se usa en menor medida la arena y el cemento y más del aserrín y la yerba, que es lo que se consigue en abundancia en la provincia y sin costo.

Gran parte de estos materiales son reciclados por los chicos en sus casas y en la escuela, no obstante, están abiertos a recibir donaciones de vecinos que en caso de querer colaborar pueden acercarse a la institución educativa.

Estéticamente la pieza se parece a los ladrillos convencionales, pero con una textura más porosa y tarda un poco más en secarse completamente.

La mezcla lleva más cantidades de yerba y aserrín, sumado a arena y cemento.

Sobre la utilidad de estas piezas, Cotorruelo, comentó: “Usé en mi casa algunos que hice y los chicos llevaron de recuerdo también. Este año estoy trabajando con la fundación de exalumnos para una vez que tengamos un lote ir a un comedor a realizar alguna mampostería que necesiten con los chicos que acuden allí

Y agregó: “El año pasado quisimos hacerlo pero por una cuestión de pandemia y tiempos no pudimos pero este año esperamos poder lograrlo. A largo plazo si la gente está interesada seguiremos avanzando.”

El proyecto además está participando del concurso provincial “Que Circule en las Técnicas”, que busca promover la economía circular en las 88 escuelas técnicas de Misiones, a través de la convocatoria a estudiantes y sus docentes para la creación de productos a partir de residuos que puedan desarrollarse en el sistema productivo local. Está organizado por la Subsecretaría de Educación Técnica del Ministerio de Educación y la Subsecretaría de Economía Circular de la Secretaría de Estado de Cambio Climático de Misiones.

 

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