La caña de azúcar es el cultivo más grande del mundo. Un grupo de ingenieros lo aprovechó para hacer ladrillos y materiales de construcción.
La Universidad de East London desarrolló una alternativa a los ladrillos y bloques de concreto. Se trata de Sugarcrete, un material que combina fibras de caña de azúcar (descartadas después de la producción de azúcar) con aglutinantes minerales de arena. Los ladrillos resultantes producen una huella de carbono seis veces más baja que los ladrillos tradicionales.
El programa es el resultado de una colaboración del programa de Arquitectura de March de la Universidad de East London (UEL) y el Instituto de Investigación en Sostenibilidad (SRI). Alan Chandler, codirector de este último, explica: “Después de tres siglos de producción cada vez más extractiva, la construcción tiene que cambiar hacia una nueva economía circular donde gestionemos los flujos de residuos para crear nuevos espacios habitables”.
Armor Gutiérrez, profesor Senior de Arquitectura y uno de los líderes del proyecto, aporta: “En el sur global se alienta a las comunidades locales a utilizar materiales intensivos en carbono en sus proyectos de construcción, que generalmente tienen baja eficiencia térmica, rendimiento acústico deficiente, baja resistencia sísmica o a inundaciones. Al unir residuos biológicos agrícolas con aglutinantes minerales locales e innovación, Sugarcrete proporciona una alternativa para abordar estos requisitos específicos del contexto”.
Recibió el Premio Climate Positive Award y fue nominado al Earthshot Prize 2024, RISE y la categoría de innovación de materiales de los Dezeen Sustainability Awards.
“Después de tres siglos de producción cada vez más extractiva, la construcción tiene que cambiar hacia una nueva economía circular donde gestionemos los flujos de residuos para crear nuevos espacios habitables”
¿Por qué azúcar?
La caña de azúcar es el cultivo más grande del mundo en volumen de producción. Su procesamiento genera suficiente materia prima como para reemplazar parcialmente sistemas de construcción con alta demanda energética, como el concreto o el ladrillo. La investigación demuestra que el Sugarcrete cuenta con propiedades mecánicas, acústicas, contra incendios y térmicas de alta calidad. Las pruebas han demostrado además su resistencia al fuego, la compresión, la durabilidad, y sus posibilidades como paneles de aislamiento, bloques ligeros y de carga, así como de losa estructural.
En este sentido, el año pasado, el equipo desarrolló los prototipos de Sugarcrete Slab, una losa de piso compuesta desmontable, reutilizable y resistente al fuego. El plena etapa de desarrollo, el material ha sido utilizado recientemente para construir asientos, jardineras y casas para pájaros en un nuevo jardín comunitario en North Woolwich, Londres. El equipo también viajó a la India para explorar oportunidades para la producción descentralizada en áreas de plantación.
Sugarcrete no está patentado. Es intencionalmente de “acceso abierto”, para establecer asociaciones y producir nuevos materiales de construcción basados en residuos biológicos. Los miembros del equipo dicen que este es solo el comienzo.