El primer globo fotovoltaico de la historia, equivalente a 500 paneles solares, podría jubilar las placas fotovoltaicas que estamos acostumbrados a ver en el sector energético. En la búsqueda constante de fuentes de energía limpias y renovables, los paneles solares han estado en la cúspide durante años. Sin embargo, la tecnología avanza continuamente y ya han surgido diferentes piezas que amenazan con dejarlos en el olvido.
Un ejemplo claro son las células solares orgánicas (OSC, por sus siglas en inglés), que son elaboradas a partir de compuestos carbonados. Estas células brindan beneficios tales como la óptima integración en materiales flexibles (abriendo la puerta a nuevas posibilidades de diseño) y una producción económica (su coste de producción es menor en comparación con las células convencionales).
Las ventanas solares son otra solución energética que está ganando popularidad. La idea de convertir superficies transparentes en fuentes de energía es atrayente y más con los amplios beneficios que acarrean. Captan la luz del Sol y la transforman en energía, al mismo tiempo que conservan la transparencia y pueden integrarse fácilmente en edificios urbanos.
Los paneles solares tradicionales siguen predominando, pero cada vez son más las opciones que llegan dispuestas a desterrarlos. La última de ellas es el primer globo fotovoltaico de la historia. Con una capacidad comparable a 500 paneles solares podría acabar definitivamente con ellos.
El primer globo fotovoltaico de la historia sienta un precedente
Esta tecnología llega de la mano de Cool Earth Solar, con sede en California, una empresa dedicada a la energía solar, pero de una forma poco convencional. En lugar de utilizar paneles de aluminio para concentrar la luz solar, usan globos de plástico metalizados y, en reemplazo de estructuras rígidas para sostener los ojos, los inflan con aire.
A diferencia de los convencionales paneles solares que necesitan silicio e imponentes infraestructuras, el globo fotovoltaico de Cool Earth emplea un diseño inflable que hace posible la captura y la concentración de la energía solar de forma sencilla y eficiente.
Este dispositivo es capaz de recoger la luz solar y concentrarla en acotadas células fotovoltaicas, aumentando la cantidad de energía que llega a las placas. En definitiva, un invento que aspira a quedarse con el reinado de los paneles solares, pese a que hasta ahora ni siquiera ha podido lograrlo esta turbina esférica que produce 400 W.
¿Qué tiene de especial el globo fotovoltaico?
Cada globo fotovoltaico se compone de un material plástico ultraligero. Se infla para transformarse en una esfera y optimizar la captación de rayos solares. En su interior, alberga concentradores encargados de dirigir toda la luz hacia un lugar específico, en el que se disponen las celdas fotovoltaicas que convierten los rayos de Sol en electricidad.
Por medio del uso de cables que conectan el globo fotovoltaico a tierra firme, la energía creada puede movilizarse a estaciones de almacenamiento o de forma directa al consumo final. El secreto de su eficiencia es la concentración de la luz solar. Los paneles solares solo pueden aprovechar un “trozo” de la energía solar que obtienen, mientras que el globo fotovoltaico incrementa esa cifra concentrando la luz en un punto más discreto.
Beneficios del globo fotovoltaico
El uso de este globo fotovoltaico acarrea una serie de beneficios competitivos que los llevan a ser una opción atrayente en el terreno de las renovables: costo reducido (se estima un costo de producción de unos 2 euros por globo que, con sus 2 metros de diámetro, puede producir unos 500 vatios), alta eficiencia, óptima resistencia ante condiciones climáticas adversas y fácil instalación y mantenimiento.
Gracias a su bajo peso y diseño aerodinámico, el globo fotovoltaico puede instalarse en extensos terrenos o suspendidos en hilera sobre campos agrarios sin causar perjuicios en las actividades productivas, como puede ser el caso de viñedos o invernaderos. Además, es un dispositivo ideal para su instalación en áreas consideradas remotas o inaccesibles.
El potencial del primer globo fotovoltaico está claro: al bajar el costo y la complejidad de la energía solar, facilita el acceso a una fuente renovable y limpia a más sectores. Se trata de un invento ambicioso que podría hacer peligrar los paneles solares convencionales, un objetivo compartido con esta valla negra que genera energía en tu jardín.